Si caminas por las calles de Beriain viejo puedes encontrarte con un mural de grandes dimensiones que transmite una parte de la historia y la esencia de este pueblo. Es una invitación a sumergirse en la riqueza cultural de Beriain y a valorar su legado, manteniendo vivas las tradiciones que lo definen como pueblo.
En él aparece un autobús antiguo, la beriainesa, que solía recorrer la ruta Beriain-Pamplona. Nos transporta en el tiempo, evocando recuerdos y conectándonos con la historia de la localidad: cómo era la vida en décadas pasadas y la importancia del transporte en la conexión entre Beriain y Pamplona.
Imagen de "la beriainesa" tomada como referencia
Junto a él, una espiga de trigo, símbolo de la riqueza agrícola que caracteriza a Beriain y que nos recuerda el trabajo duro y la dedicación de sus habitantes. Nos habla de las raíces agrícolas de esta tierra, de la entrega y el afán de generaciones de agricultores que han trabajado la tierra con amor y cuidado.
Completa la composición el escudo de la localidad, representando su identidad única y el orgullo de pertenecer a esta maravillosa comunidad. Un lugar lleno de historia, cultura y tradiciones arraigadas en cada rincón.
No solo es un homenaje a la historia de Beriain, sino también un regalo para las generaciones futuras. Cada vez que alguien pase junto a él, se sentirá parte de una historia compartida, de un legado que debe ser valorado y preservado. El mural se convierte en un punto de encuentro, en un símbolo de unidad y orgullo local.
Es un testimonio visual de la identidad de Beriain y un recordatorio constante de la importancia de preservar nuestras raíces. También invita a residentes y visitantes a sumergirse en la historia y a disfrutar de la belleza y el significado de este lugar único en el corazón de Navarra.
